Candombe: un libro sobre esa “cosa de negros” tan nuestra
Diario Clarín 02/08/10 El artista plástico trabaja sobre la fusión de las culturas africana y occidental.
Una interpretación de la fiesta
"El tiempo se detiene, nadie para de bailar”. Con esas palabras define el artista plástico Bianki el carnaval uruguayo en uno de los versos que acompaña los dibujos, pinturas y collage recopilados en su libro Candombe. Fiebre de carnaval , publicado por el sello Pequeño editor. En esas páginas, fruto de una experiencia personal dentro de las comparsas y del estudio del encuentro entre la cultura africana y la occidental en el Río de la Plata, Diego Bianchi –como dice en su documento– hace una radiografía de la vida diaria en Colonia del Sacramento, con plaza de toros, palmeras, autos antiguos y tamboriles incluidos.
Es que desde 1999 Bianki, que nació en La Plata en 1963, vive durante gran parte del año en la casa-taller que tiene en la ciudad uruguaya. Allí se involucró cada vez más con las comparsas: “En un principio me atrajo el color , tanto de la imagen como de la música”, cuenta, y agrega: “Con el tiempo me acerqué a los grupos, conviví con ellos en los toques, los dibujé mientras bailaban, mientras bebían, mientras esperaban para desfilar, hasta que llegó el momento de consustanciarme del todo, y me puse a tocar yo también”. Hace varios años que participa de la comparsa Las lonjas del Sacramento y toca el chico , uno de los instrumentos de percusión del candombe uruguayo.
En su libro, Bianki se propone “evitar la mirada del turista”. No quiere, dice, contar lo que se ve cuando se da un paseo rápido por Uruguay en tiempo de llamadas de carnaval, sino ir más allá: su interés central, el que dispara su obra, es investigar y dar a conocer l a fusión de la cultura occidental con la africana que configuró el carnaval en los tiempos coloniales.
“‘Candombe’ quiere decir ‘cosa de negros’ ; los candomberos eran los esclavos que los domingos tenían permitido salir a bailar. Con el tiempo, los blancos se sumaron, lo que implicó mayor aceptación del ritual, y se convirtieron en lubolos , es decir, blancos que se pintan de negro para presentarse y tocar”, explica Bianki, que incluyó en su libro una imagen que es casi una infografía sobre cómo convertirse en uno de ellos, con pintura, guantes y alpargatas.
El artista, que trabajó en la revista Fierro, fundó la publicación Lápiz Japonés, y actualmente es ilustrador de Revista Ñ , combina en su libro trazos finos, sobrecitos de azúcar o papeles de caramelo pintados en medio de sus dibujos, y explicaciones, en castellano y en inglés de los términos típicos del candombe, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el año pasado.
Durante la presentación de Candombe , la semana pasada, el sociólogo Christian Ferrer definió la relación del artista con la ciudad uruguaya y con el género musical que da nombre a su libro: “En la estancada noche de Colonia, vos encontraste qué hacer; disfrazarte de negro y tocar el tambor”, le dijo. Convertido en un lubolo militante, Bianki asintió y sonrió.
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