
Va una ilustración inspirada en un bellísimo y absurdo texto de Thomas Bernhard, publicada en el semanario de cultura "Ñ" de Buenos Aires, espacio donde semanalmente pueden encontrarse textos breves y poesías acompañados de mis ilustraciones.
Los alcaldes de Pisa y Venecia se pusieron de acuerdo para contrariar de súbito a los visitantes de sus ciudades, que durante siglos se han sentido por igual encantados, tanto de Pisa como de Venecia, haciendo trasladar y erigir, en secreto y de la noche a la mañana, la Torre de Pisa en Venecia y el Campanile de venecia en Pisa. Sin embargo no pudieron mantener secreto su propósito y, la noche misma en que querían trasladar la Torre de Pisa a Venecia y el Campanile de Venecia a Pisa, fueron internados en un manicomio, como es natural el alcalde de Pisa en el manicomio de Pisa y el alcalde de Venecia en el manicomio de Venecia. Las autoridades supieron llevar el asunto con toda discreción.
Ahora parece que sí puedo dejar mensajes, Diego. Cambié de navegador y listo el pollo.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Me encantó!
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